Cuando abrí este blog me planteé
que sería un espacio sobre la informática que intentaría no incluir
videojuegos, libros, cómics o todas esas cosas, pero como decía el archidiácono
en el jorobado de Notre Dame, “tú podrás engañarte a ti mismo…” y es que la
cabra siempre tira hacia el monte. En realidad esta entrada no deja de ser un
acercamiento de mi vida al público en general y no puedo dejar de admitir que las
historias que consumimos, cuando son buenas, nos marcan.
Captura propia carente de spoilers |
Tras esta intro justificándome, me resarciré hablando del último juego que he terminado hará escasa media hora y voy a intentar
que aquellos que no visitan la tierra de los videojuegos a menudo se planteen
una incursión fugaz a esta maravillosa industria de entretenimiento
interactivo. ¿Por qué Life is Strange? Este año me he pasado juegos como Metal Gear
Solid V, el maravilloso y ya clásico Grim Fandango o el recientemente estrenado niño mimado
de Beteshda: Fallout 4, pero sin embargo, vengo a hablar del más desconocido de
todos (relativamente desconocido, no nos volvamos locos) y es porque su formato es el más adaptado a las audiencias no
acostumbradas a agarrar un mando (o ratón y teclado) y ponerse a jugar.
Life is strange es un juego pero
a la vez no lo es, es una película interactiva, un entramado de historias que
se entretejen modelando quien eres. Este juego te pone a controlar a Maxine
Caulfield, una moza de 18 años que estudia para fotógrafa (¿quién dijo paro?)
en una escuela en su ciudad natal, Arcadia Bay. Lo especial de esta joven es
que descubre (a los 10 minutos de empezar el juego, no creáis que estoy
spoileando) que puede rebobinar el tiempo de forma limitada. Si bien hasta
ahora quizá no os llame el argumento o quizá que no os interese lanzaros a manejar a una
chica con problemas de adolescente, que los tiene, os ruego que le deis una oportunidad.
El juego se divide en 5
episodios cada uno de los cuales durará cerca de 3-4 horas. Es uno de esos
juegos que te permite escoger qué decir y qué hacer de forma que al final, la historia
es única para cada lote de decisiones. Sin ir más lejos, mi amantísima señora
(AKA: mi novia) lo terminó antes que yo y ambos vivimos escenas completamente
distintas, con personajes que desaparecían por culpa de nuestras decisiones. La
narración (que no el punto de vista de la cámara) ocurre en primera persona y es tan característica y tiene tanta
personalidad que al final no te queda más remedio que creerte una
chica de 18 años que quiere mejorar el mundo.
Otro punto positivo son sus personajes
porque no son los clásicos monocromáticos y aburridos. Se les dota de capas, intereses, objetivos y rasgos que convierten a casi todos
en memorables, les transforma en personas que viven y sienten. No termina aquí la cosa pues la historia está entrehilada (y te
comes cada cipotazo argumental que da gusto) penetrándote el cerebro con cambios temporales, trasteando
con teorías físicas de forma que no puedes evitar querer jugar al siguiente, siendo el
capítulo 1 el único que termina de la forma más floja, sin pena ni gloria.
Aquellos que busquéis una
jugabilidad desenfrenada y un gameplay frenético abandonad el barco, no es para
vosotros porque este es un juego relajado, adulto y pausado, te sitúa en
tesituras complicadas (en muchas decisiones me ha dejado tostado, analizando
los pros, contras y posibles repercusiones de los actos de Max) y te pone en
conversaciones que no tienen ese punto de autocomplacencia que tanto se lleva
ahora y, en lugar de decirte lo que quieres oír, esta pieza te deja en un lugar incómodo y realista,
vapulea tus sueños y esperanzas y te zarandea el corazón obligándote a escoger
el menor de dos males, cuando ambas opciones son descorazonadoras.
Life is Strange de DontNod
Entertainment es un juego ABSOLUTA Y SALVAJEMENTE INMERSIVO. Notad que no abuso de las
mayúsculas (sólo de los paréntesis). La simple escena de un viaje en autobús
con la música adecuada se convierte en una experiencia mágica que te introduce
en Arcadia Bay, en el cuerpo de la joven Caulfield y consigue que se te parta
el alma a cada decisión que ha de tomar. Para acompañar todo esto, la banda
sonora es perfecta y está magistralmente integrada. Su único punto más flojo
está en el apartado gráfico, aunque no solo de gráficos vive un gamer. En lo
visual podemos tacharlo de aceptable sin hacer grandes aspavientos con los
brazos (u otras zonas del cuerpo) y pasar a otro tema. Para finalizar, quiero
recomendar que disfrutéis de un título que, a todas luces, es una obra de arte.
Y concluyo con una pregunta:
¿Cuál es el mejor juego que habéis jugado?